Al cobijo de la ladera sur en la que está asentado el término de Valverde de Alcalá se encuentra la Iglesia Parroquial de Santo Tomás Apóstol.

Se tienen noticias de la existencia de una iglesia en esta villa ya en 1576 y, además conserva imágenes y restos del retablo original de finales del gótico (último tercio del siglo XVI)

Dicho templo pudo haber sido derruido para construir este que ahora podemos observar. Sabemos seguro de la existencia de un templo anterior y de él se conserva un fragmento del retablo mayor.

Este edificio de Santo Tomás Apóstol, de una sola nave con la torre campanario a sus pies sufrió tres grandes intervenciones:

• La primera en el siglo XVII, cuando se realiza la consolidación y ampliación del templo.
• La segunda sería durante el último tercio del siglo XVIII cuando se ejecuta la barbacana perimetral de cal y canto que hoy observamos; la torre con capitel de pizarra del que tienen memoria aún los más antiguos del lugar.
• Y por último, desaparece el presbiterio tal y como lo reflejan los libros con: media naranja y arco toral debido a su ruina. Aunque no sabemos con exactitud cuando ocurre, podemos indicar que en el plano catastral realizado por el Instituto Geográfico Nacional entorno a 1870-1880, no había ni media naranja ni arco toral el en presbiterio.

Durante el siglo XX el templo ha sufrido diferentes intervenciones realizadas por maestros de obras locales como Jesús Serrano Gómez que realiza en 1968 la cámara interior para evitar humedades, la pared del presbiterio, debido a su ruina, y ante la pérdida del retablo, se construye en ladrillo visto. La torre, que en origen tiene solo acceso el coro alto, es excavada hasta el sotocoro y se le abre una nueva puerta.

La Iglesia de Sto Tomás Apóstol de Valverde de Alcalá repite la tipología de aquellos templos de los municipios de la Diócesis de Alcalá que están situados fuera de las vías de comunicación históricas, son poblaciones estabilizadas, de pocos vecinos y en las que las tendencias artísticas tardan en llegar. Son edificios de pequeñas dimensiones, con una sola nave. Sacristía y coro a los pies.

El edificio es exento, de testero recto y rodeado en sus fachadas sur y este por un acopio de tierra que cubre lo que fue el cementerio histórico del siglo XIX.

Presenta un basamento de piedra blanca o barbacana en talud, con muros enlucidos salvo en los vértices de las fachadas donde aparece vista la cantería bien escuadrada y la torre, a los pies, que se levanta sobre un zócalo de sillares vistos. A media altura arranca un vano que ilumina la nave desde la fachada norte y otro más pequeño ilumina la zona del coro al interior.

La fachada principal es la que está ubicada hacia el Norte. En la parte central del paramento encontramos un contrafuerte del siglo XIX.

En cuanto al interior del templo, la nave de la Iglesia presenta una planta rectangular con el coro a los pies y el presbiterio elevado sobre dos gradas.

El interior está cubierto por un falso techo realizado en el último tercio del siglo XX que oculta la techumbre de madera de par que se encuentra en perfectas condiciones.

El presbiterio quedó unificado a la nave separándola como único elemento dos escalones. El presbiterio estaba cubierto por un retablo dorado realizado en el siglo XVII del que quedan restos como es la escena en altorrelieve de madera que representa el Santo Entierro .El presbiterio está coronado por un crucifijo de madera del siglo XVIII. A su derecha el sagrario.

La nave se encuentra modulada por hornacinas, realizadas en los años sesenta que cobijan las imágenes de mayor adoración por parte de los fieles de Valverde de Alcalá. Son: La Virgen de los Ángeles del siglo XIV; la Virgen del Rosario, del siglo XVIII, San Isidro Labrador y San Antonio con el Niño, barrocos del siglo XVIII.

A los pies de la nave se encuentra el coro elevado, que se abre a la nave con una barandilla de madera. A su izquierda un inmenso mueble vitrina guarda un manto de la Virgen de los Ángeles. En el bajo-coro está el acceso al cuerpo bajo de la torre, y en los años sesenta se traslada la pila bautismal, de la que queda original sólo el pie, del siglo XVI, realizado en piedra labrada. El vaso se trajo de las casas abandonadas que pertenecía a la orden dominica.